Siete de los 49 cuerpos exhumados de la Mina Terría han podido ser ya identificados tras las pruebas de ADN
Conchita Viera, hija de Amado Viera, uno de los asesinados por la represión franquista, presenta, junto a parte del equipo, estos resultados de la investigación, de la que sí se tienen el nombre de 37, pero buscan familiares idóneos para poder realizar el análisis genético. De 12 aún no se conocen ni los nombres.
11/10/2024, Cáceres.- “Siento mucha emoción, y más con estos datos, porque nos impusieron silencio y no se podía hablar de nada, había miedo, pero lo que hemos logrado es lo más grande, yo no sabía dónde estaba mi padre, y ahora ya puede descansar con 48 más en una digna sepultura”. Así se manifestaba Conchita Viera, de 91 años, hija de Amado Viera, ex alcalde de Valencia de Alcántara y uno de los asesinados por la represión franquista en 1936, y lanzado a la ya tristemente conocida Mina Terría, donde quedó enterrado junto a 48 personas más.
Precisamente Amado Viera es uno de los cuerpos que ha podido ser identificado, a través de las pruebas de ADN, junto a los de Eugenio Díaz Borja, Juan Pirón Machado, Francisco Refolio Gómez, Antonio Tejela Fragoso, Julio Tomás Alfonso y Diego Vital Díaz, este último conocido también por ser el padre del personaje principal de la reciente película “El 47”.
Conchita Viera ha asistido a la presentación de los últimos datos obtenidos en el proyecto de investigación de La Mina Terría, junto al presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Ángel Morales, una institución que, desde el primer momento, se comprometió con estos trabajos de “atender a una demanda social y una demanda humana, reconocer moralmente a todas las víctimas de la Guerra Civil, así como a cuantos padecieron la represión franquista”. También han participado en la rueda de prensa, el catedrático de la UEX Julián Chaves; la profesora de la Universidad de Barcelona, investigadora del CSIC y directora de los proyectos, Laura Muñoz; el presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura, José Manuel Corbacho, y el alcalde de Valencia de Alcántara, Alberto Piris. Junto a estas entidades, han colaborado también la Sociedad Aranzadi y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, a través de dos convenios firmados con el Ayuntamiento de Valencia de Alcántara.
Tras haber comenzado los trabajos de la apertura de la mina a finales de noviembre del año 2017, a día de hoy, y ha sido el motivo de la rueda de prensa, se han podido identificar, con la realización de pruebas de ADN, a siete personas. A este dato, tal como ha ido explicando Chaves, se unen otros como que de los 49 cuerpos encontrados y exhumados, 37 han podido ser identificados por recuerdos de conocidos, por objetos asociados a su vestimenta, por enseres personales o detalles osarios, pero estarían pendientes de una examen genético si se encontraran familiares adecuados para poder analizar y cotejar sus ADN con los de los huesos de la Mina Terría. A esto también se suman 12 cuerpos que no han podido ser identificados, se desconocen sus nombres y si existen familiares o gente que pudiera conocerlos y aportar algún dato.
“Es un peldaño más dentro de la exhumación -ha dicho Julián Chavez-, hemos conseguido a través de los análisis del ADN que de esos 49 que se encontraron en la mina, a siete se les haya podido identificar y se haya podido constatar que efectivamente eran vecinos de pueblos de Extremadura, que fueron asesinados y arrojados a la mina, con los familiares que han accedido para el obtener el ADN, se ha podido efectuar perfectamente el reconocimiento”.
“De los 49, hay 37 identificados con nombres y apellidos -4 de Membrío, 26 de Valencia de Alcántara, 1 de Salorino y 6 de Cedillo- y 12 de los que aún estamos tratando de identificar porque ya se ocuparon los que llevaron a cabo el acto represivo de no documentarlo, y no hemos encontrado aún familiares que nos puedan dar datos fidedignos o realizar el ADN”, ha añadido.
No obstante, el ánimo de todo el equipo es continuar, y así lo expresaba Laura Muñoz: “A día de hoy solo sería viable identificar a todos si encontramos más familiares, familiares óptimos para poder muestrear y comparar con el ADN de los restos óseos. Por lo que eso está abierto, porque, a raíz de estos días, hemos encontrado algún familiar y vamos a explorar. La divulgación -ha apuntado- es súper importante para que el mensaje llegue a toda la población; gracias a la difusión, muchas familias de otros lugares, como del País Vasco o de Cataluña, conocieron la noticia y contactaron con nosotros y gracias a eso hemos podido poner nombre a más víctimas”.
En este mismo sentido, Julián Chaves ha indicado también que los trabajos continuarán. “Lo que hemos conseguido es un hito, una referencia nacional e internacional por lo prolijo del proceso y porque hemos podido culminar una exhumación que era muy, muy difícil, y, ¡ojo! -ha advertido- no será la última, porque estamos empeñados en seguir un proceso similar en otra sima, en la Mina La Paloma, en Zarza la Mayor, ya estamos con la segunda intervención, 33 metros de profundidad, y con el apoyo que tenemos de las instituciones, la diputación, el ayuntamientos, las asociaciones y con las ganas y deseos que tenemos trabajaremos en ello”.
Para recordar los primeros pasos en este trabajo, se puede consultar la noticia publicada en 2018:
Y para fotos de los trabajos en la mina, el siguiente enlace: https://we.tl/t-7ek2CIyp6h