Diputación se suma a la Semana Internacional de los Archivos con la exposición “Despacito y buena letra” y visitas guiadas a su archivo
A partir del miércoles 7, en Pintores 10, se podrá visitar una muestra de documentos en los que la escritura a mano se presenta como un acto artesano a través de los siglos.
02/06/2023, Cáceres.- Del 5 al 9 de junio se celebra la conmemoración del Día Internacional de los Archivos, que es el 9 de junio, tal como decidió, en 2007, la Asamblea General del Consejo Internacional de Archivos, recordando, así, la fecha en la que se creó este consejo, bajo los auspicios de la UNESCO, en 1948.
Como en años anteriores, la Diputación de Cáceres se suma a esta conmemoración, que este año lleva el lema #ArchivosUnidos, con la inauguración de la muestra titulada “Despacito y buena letra”, una nueva edición del programa “Hablan nuestros documentos”, y con visitas guiadas a los espacios que la Sección de Archivo y Bibliotecas de la Diputación tiene en el Complejo Cultural San Francisco de Cáceres y en el edificio Pintores 10, también en la capital cacereña. Concretamente, el jueves 8 de junio, a las 12 horas, será la visita en el Complejo Cultural, y el viernes 9, a las 12 horas, en Pintores 10.
“Despacito y buena letra”
Esta muestra se enmarca dentro del programa “Hablan nuestros documentos”, con el que la Diputación da a conocer, tanto físicamente como virtualmente, a través de su página web, fondos que cuentan la historia y memoria de la provincia y que atesora el archivo de la institución provincial. Unas muestras que se vienen exponiendo en vitrinas en el vestíbulo del edificio Pintores 10.
En esta ocasión, y para celebrar la Semana Internacional de los Archivos 2023, se exponen documentos que hablan de la historia de la escritura.
Tal como explica la jefa de la Sección de Archivo y Biblioteca de la Diputación, Montaña Paredes, “en algún momento se puede pensar que después de la imprenta, la escritura manual empezó a desaparecer, en los libros ocurrió así, pero no en los documentos, que se siguieron escribiendo a mano hasta la universalización de la máquina de escribir en el primer tercio del siglo XIX”. Así, se conservan documentos que, “de forma pausada y con buena letra”, se escribieron a lo largo de más de seis mil años. “Escribir a mano se ha convertido en un acto artesano que no está de más recordar”.
En esta ocasión se podrán ver documentos del siglo XIV al siglo XVII, como una donación en el Rincón de Arañuelo, de 1370, o un breve del Papa Urbano VIII, de 1644, prohibiendo que se presten ornamentos o alhajas de la Santa Iglesia de Plasencia.
Además, a través de diferentes escritos, se podrán conocer las diversas formas que fueron adoptando las letras con el paso del tiempo, desde la escritura de albalaes hasta la humanística, pasando por la “tortura ilegible” de la procesal encadenada, que, excepto a los notarios, desagradaba a todo el mundo, ya que, explica Montaña Paredes, se cobraba por páginas y esta es una letra que en ocasiones llenaba cada renglón con dos o tres palabras unicamente.