La Sala de Arte El Brocense acoge este lunes la performance “Santo Varón”
0/03/2012-. La Sala de Arte El Brocense, perteneciente a la Diputación de Cáceres, acogerá el próximo lunes, 2 de abril una actividad denominada SANTO VARÓN – acto íntimo – performance ideada por el artista plástico Angel Alvarez de Sotomayor y por el conocido actor cacereño, Santi Senso. La performance estará abierta al público de 11 a 14 horas y de 18 a 21 horas.
Consistirá en la realización de una obra religiosa, una temática que con sumo respeto ha tratado Ángel Sotomayor en diversas ocasiones tanto de forma individual como colectiva (en 2010 organizó en el Centro Franciscano Ágora una exposición colectiva en la que participaron una treintena de artistas cuyo tema central era la figura de Dios).
De este modo, la Diputación de Cáceres a través del área de Cultura intenta continuar con la línea de trabajo que ha conseguido el reconocimiento de la sala “El Brocense”, con artistas emergentes en el arte contemporáneo, pero también quiere hacer acciones puntuales que, sin alterar el calendario expositivo, atraigan a un público diferente. En este caso se ha aprovechado el paréntesis entre el montaje de dos exposiciones para llevar a cabo una propuesta diferente y montar un tipo de performance poco habitual en la salas de arte de la ciudad de Cáceres.
Santo Varón
Ángel Sotomayor propone en concreto la realización de un retrato que podría ser de Jesucristo pero al que llama Santo Varón porque piensa en el hombre sencillo o en el hombre de gran bondad que fue, pero que también es el término que se utiliza para referirnos a cualquier hombre en el que destacan estas cualidades.
Es una especie de clase práctica abierta a todo el que quiera entrar en la Sala de Arte sobre cómo realizar una obra con distintas técnicas y va a hacer una revisión de la iconografía religiosa con los ojos de un artista contemporáneo.
Además, es intención de los dos artistas, tanto de Ángel como de Santi Senso, que el espectador pueda apreciar la relación que se establece entre el artista y el modelo, al tiempo que el artista plástico, utilizará unas determinadas técnicas que ayudan a conseguir unos resultados de obra religiosa, íntima y espiritual y que el espectador podrá ver como se utiliza (por ejemplo, pan de oro).
Al mismo tiempo, plantean una relación con el espectador, con el público que pasea por la Calle San Antón y que decide entrar, mirar, observar, preguntar y de alguna manera participar, por lo que en definitiva el acto de retratar se convierte en una performance.